La tormenta también ha hecho que la compañía aérea neozelandesa Air New Zeland haya cancelado todos los vuelos de entrada y salida de Wellington, la capital.
La primera ministra Jacinda Ardern, ha pedido a la población precaución y que esté atenta a las advertencias de las autoridades. Se esperan vientos de 180 kilómetros por hora. En algunas zonas de la isla sur, personal de protección civil va casa por casa pidiendo a sus habitantes que abandonen sus viviendas.