En la isla griega, la población ha expresado multitudinariamente su enfado durante la visita del primer ministro. Están hartos de promesas y se sienten abandonados ante el flujo masivo de migrantes.
PUBLICIDADEl enfado de la población de Lesbos se tradujo este jueves en enfrentamientos con la policía, así como una gran manifestación coincidiendo con la visita a la isla del primer ministro griego Alexis Tsipras.
Tsipras vino a participar en un congreso sobre crecimiento regional en una zona que se siente olvidada por Atenas, mientras siguen lidiando con el enorme flujo de migrantes desde la costa turca, situada a solo 10 kilómetros de distancia.
Enojados por la inusual presencia policial en la isla y por no haber sido autorizados a acercarse al lugar donde Tsipras pronunciaba su discurso, los manifestantes se enfrentaron con la policía e incluso trataron de volcar un autobús de la policía.
"¿Cómo puede Tsipras venir a hablar de crecimiento, cuando nosotros hacemos frente al enorme problema de los migrantes? Tenemos miles de refugiados y de migrantes atrapados aquí y exhaustos, que están creando problemas a la población local. ¿Cómo puede hablar de crecimiento cuando la agresividad turca aumenta cada día?", se pregunta Demitris Karagiannis, presidente de la Asociación de agricultura de Lesbos.
"¿Por qué comenzó esta cuestión de los migrantes? Porque a pocos kilómetros de aquí, al este de Grecia, todavía están en guerra. Y esto ocurre desgraciadamente porque la guerra es el oxígeno del capitalismo" afirma Giannis, un profesor de la isla.
Lesbos alberga actualmente a unos 8000 migrantes y cada vez llegan más. La población teme que en los meses de verano se vuelva a revivir la crisis de 2015. Con la participación en la huelga y en la manifestación, la gente de la isla trata de decir a Atenas que ya no quiere más promesas sino gestos concretos de apoyo.