Las fuertes lluvias que han azotado la ciudad de Lieja, en Bélgica, desde el jueves, se han transformado este viernes en tormentas eléctricas y lluvias torrenciales, provocando inundaciones que han hecho saltar las tapas de las alcantarillas. Varias calles han tenido que ser cortadas y los bomberos han tenido que atender numerosos avisos, principalmente para el bombeo de agua de garages y bajos.
Se espera que las lluvias continúen durante todo el viernes y también el sábado. Para el domingo, el pronóstico es de aumento de temperaturas y de cielo cubierto, aunque sin precipitaciones.
