Te explicamos qué puede haber provocado el malestar de tantos pasajeros últimamente y qué puedes hacer para evitar contagiarte en tu próximo viaje.
PUBLICIDADLa semana pasada, tres vuelos diferentes pusieron en alerta a las autoridades sanitarias estadounidenses, después de que varios pasajeros reportaran sentir síntomas similares a los de la gripe durante el viaje.
El primer avión, proveniente de Dubái, aterrizó en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de la ciudad de Nueva York. Fue puesto en cuarentena rápidamente, cuando más de 100 pasajeros afirmaron sentirse enfermos. Once de ellos fueron trasladados al hospital.
Un día después, los pasajeros de dos vuelos procedentes de Europa tuvieron que pasar controles médicos en el Aeropuerto Internacional de Filadelfia, ya que 12 viajeros afirmaron sentir nuevamente síntomas similares a los de la gripe.
Según las declaraciones de las autoridades sanitarias de Estados Unidos, muchos de los pasajeros de estos vuelos regresaban del Hajj, la peregrinación musulmana a la ciudad santa de La Meca a finales de agosto. Se estima que el evento reunió alrededor de dos millones de personas este año.
Euronews habló con Vicki Stover Hertzberg, profesora de enfermería de la Universidad Emory en Atlanta, Georgia, y autora principal de un estudio sobre la propagación de infecciones en los aviones. Le preguntamos qué puede haber provocado que tantos pasajeros se sientan enfermos en estos vuelos y qué se puede hacer para evitar contagiarse en un avión.
¿Por qué tantos pasajeros se sintieron mal en estos vuelos?
Según la experta, es el período de incubación del virus, pero también su propia virulencia, lo que hace que una persona se enferme durante un vuelo.
"Existe la posibilidad de que la gente ya estuviera enferma cuando subió al avión y, por supuesto, pudo haber un virus agresivo de acción rápida que infectó a otros pasajeros en el trayecto hacia Nueva York".
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la influenza, más conocida como gripe, se transmite al toser, al estornudar y al hablar por medio de gotas. Las personas que están a menos de un metro de distancia de la persona enferma son las que más riesgo tienen de contagiarse, explicó la profesora.
La investigación llevada a cabo por el equipo de Stover Hertzberg descubrió que el movimiento al interior de un avión no es lo que enferma a la gente.
"Los que están sentados muy cerca de una persona enferma tienen más probabilidades de infectarse, sobre todo los que se encuentran al lado, en los dos asientos de los costados, o en la fila de adelante o de atrás. Eso es lo que llamamos el 'riesgo perimetral'", explicó.
Si se trata de un virus de acción rápida, entonces pueden infectarse hasta once personas por cada persona enferma, agregó Stover Hertzberg.
Así que la próxima vez que viajes en avión tómalo en cuenta: si un pasajero enfermo está sentado en el pasillo, entonces las dos personas a ambos lados están dentro del área de riesgo porque hay menos de un metro de distancia. Los que están en las filas de adelante y de atrás también pueden estar expuestos al virus.
No es el avión, es la gente
¿Pero qué puede hacer un pasajero para no enfermarse?
"Si estás sano, pide un asiento al lado de la ventana. Esto minimiza el número de personas con las que estás en contacto", recomienda la experta.
La profesora también aconseja desplazarse menos al interior del avión, lavarse bien las manos y evitar tocarse el rostro.
¿Y si una persona está enferma y necesita viajar?
"Si uno está enfermo y tiene que viajar, entonces hay que intentar toser de la mejor manera, en el codo. También hay que apuntar el distribuidor de aire acondicionado hacia sí mismo, lavarse bien las manos y consumir medicamentos que ayuden a controlar la tos y los estornudos", señaló Stover Hertzberg.
¿Cuáles son las zonas con más gérmenes en un avión?
La experta explicó que su investigación sólo se centró en las "zonas de alto contacto", como las mesas delanteras, las hebillas de los cinturones y las manijas de las puertas de los baños. Aunque no sabe con exactitud qué lugares o elementos de un avión poseen la mayor cantidad de gérmenes, afirmó que estos tres objetos están “llenos de bacterias”.