Los ciudadanos de la costa este de Estados Unidos se preparan para el huracán Florence.
A pesar de las numerosas advertencias de las autoridades, algunos han decidido arriesgarse y no abandonar sus hogares, si bien son la minoría. La inmensa mayoría de los alertados han abandonado la zona de peligro: Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia.
Un flujo constante de vehículos repletos de gente y pertenencias se dirigió este martes hacia el interior mientras el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, trataba de convencer a todos de que hicieran lo mismo: huir de Florence.
Se espera que Florence llegue a las costa a finales del jueves o principios del viernes, después de que haya disminuido su velocidad.
El presidente Donald Trump ya ha declarado el estado de emergencia para Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, abriendo así las puertas a la ayuda federal en estos estados. Según Trump, el Gobierno está "absolutamente preparado" para la llegada de Florence.