Cómo entrenar para el triatlón más duro del mundo en una Venezuela en crisis

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Por Marta Rodriguez MartinezCamille Bello
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Desabastecimiento, hiperiflanción, inseguridad son algunos de los obstáculos que impactan en las exigentes rutinas de una triatleta venezolana de 22 años, pero a ella lo que de verdad le preocupa es el kilómetro 21 del campeonato mundial de Ironman de Hawái.

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Zoe Bello lleva semanas teniendo pesadillas con el kilómetro 21 del campeonato mundial de Ironman en Kona, Hawái, que define como "esos últimos kilómetros cuando se te apagan las luces". Su temor es "fundirse" antes y no conseguir cruzar la meta del triatlón más exigente del mundo.

El próximo 13 de octubre, esta triatleta venezolana de 22 años afrontará 3,86 kilómetros a nado, 180, de bici y 42,2, de carrera a pie con temperaturas de cerca de 40 grados, intensificadas por cerca del 70% de humedad. Para su clasificación en Texas, consiguió terminar en poco más de 10 horas, batiendo el récord de Venezuela.

La exigencia física es máxima. El campeonato Ironman, que este año celebra su 40 aniversario, reúne a la élite: las vacantes son limitadas a aquellos deportistas que se hayan subido al podio en competencias específicas de triatlón del mundo.

La idea nació en Hawái en 1977 cuando tres deportistas no lograron ponerse de acuerdo sobre quienes estaban en mejor forma: ¿los nadadores, los corredores o los ciclistas? Resolvieron el debate creando una competición que aunó las tres disciplinas.

“Es casi un trabajo a tiempo completo”

Bello dedica aproximadamente 30 horas a la semana al triatlón. Un día normal de entrenamiento comienza con 15 kilómetros de carrera con intervalos de velocidad, seguido por sesiones de fisioterapia con estimulación eléctrica muscular y termina con unos 3 mil metros de natación.

"Un día de pausa en triatlón es no tocar las piernas", asegura. Lo que para ella se traduce en 2 mil metros a nado y sesiones de gimnasio para fortalecer la parte superior del cuerpo.

“Los entrenamientos son días largos, muchas horas, hay que acostumbrar al cuerpo a entrenar con fatiga", explica a Euronews su entrenador y también triatleta venezolano Alejandro Boschian.

Bello, que lleva cuatro años “totalmente enfocada” en el triatlón, confiesa haber renunciado a la vida social y tener que hacer malabarismos para combinarlo con sus estudios universitarios. "Lo que más se necesita es tiempo, tu vida tiene que girar completamente entorno al triatlón", cerciora.

Entrenar en un país en colapso

La profunda crisis económica en la que se encuentra sumida Venezuela obstaculiza de diversas formas las exigentes rutinas de Bello.

El desabastecimiento de los supermercados dificulta encontrar muchos productos básicos como pan, leche, y harina. Pero cuándo llegan, su madre, Natalia Díaz, es una de las primeras en saberlo.

“La gente del abasto de la esquina sigue con mucho entusiasmo la preparación de Zoe, cuando les llega pan y harina, me notifican inmediatamente e incluso le reservan estos productos porque saben que son fundamental para su entrenamiento”, explica Díaz.

El cloro también escasea y el químico substitutivo que usaban en la piscina a la que iba Bello le producía una fuerte reacción alérgica. "Salía con asma cada vez que hacía natación", indica como motivo por el que tuvo que cambiar de instalación.

Otros problemas relativos a las infraestructuras es el estado de las carreteras, por lo que sufre frecuentes pinchazos con la bicicleta.

Por otra parte, la hiperinflación y los bajos salarios están poniendo en peligro su participación en Hawái. Busca patrocinios y ha lanzado una campaña en Internet para recaudar los 7.000 dólares que necesita para acudir a la competición. "Mi mamá no debe ganar ni 50 dólares al mes", señala.

Pero, de todos estos problemas, reconoce que la inseguridad en las calles es el principal. Bello, quien presenció como su exnovio recibía un disparo accidental durante uno de sus entrenamientos en bicicleta, no puede salir a pedalear sin escolta o vehículo de apoyo.

“Hay que replanteárselo, aquí hay inseguridad, pero en otro país puede ser el invierno, cuando se entrena hay que salir adelante y ver cómo resolver esos problemas”, insiste Bello, quien cree que sus principales dificultades van más allá de la situación de su país.

“El trabajo es 40% físico, 60% mental"

A la pregunta de cuál es el secreto para ganar un Ironman, Bello responde sin dudar: “recordar que el dolor es temporal y que la satisfacción cuando termines es mucho mayor al sufrimiento que tengas en ese momento”.

Hace hincapié en que el trabajo es 40% físico, 60% mental: "el dolor físico siempre va a estar ahí y tienes que tener la capacidad mental de superar esa barrera de lo físico y siempre poder entrenar adolorido", añade.

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El entrenador de Bello piensa que esta será probablemente “la competencia más dura de su vida, porque además de las condiciones climáticas y de altimetría en Kona (Hawái), esto es un campeonato mundial: van los mejores del mundo".

“Zoe tiene un futuro por delante, está apenas empezando con esta distancia, y ya es una de las mejores del mundo”, afirma Boschian orgulloso.

Zoe Bello es hermana de Camille Bello, periodista para Euronews y co-autora de este artículo.

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