Los ediles de Florencia o Nápoles se suman al de Palermo mientras Salvini les pide que cumplan la ley o que dimitan
Matteo Salvini encuentra obstáculos para aplicar su restrictiva política migratoria. El viceprimer ministro italiano y titular de la cartera de Interior está viendo como la oposición de los alcaldes de está extendiendo por todo el territorio. Leoluca Orlando, regidor de Palermo, fue el primero y tras él se han ido sumando otros como el de Florencia o el de Nápoles. Este último, Luigi de Magistris, ha sido especialmente combativo y ofreció el jueves el puerto de la ciudad para acoger un barco con 32 inmigrantes a bordo.
La respuesta de Salvini ha sido contundente exigiendo el cumplimiento de la ley e invitando a dimitir a aquellos que no lo hagan. Desde la Asociación Nacional de Alcaldes alegan que los derechos humanos no son negociables. El Parlamento italiano aprobó el mes pasado el llamado 'decreto Salvini', que acaba con la protección humanitaria para aquellos que no obtengan el estatus de refugiado, lo que deja sin protección a víctimas de tráfico de personas o a niños con problemas físicos o mentales. La normativa, además, limita a los ayuntamientos para que puedan ofrecer servicios como la sanidad a aquellos inmigrantes con permiso de residencia.