Desde hace años, Brigitte ayuda a los miles de migrantes que pasan por Calais. Abre las puertas de su casa para que puedan lavarse, cargar el teléfono o curarse cuando se hacen heridas.
Deja la puerta de su casa abierta para que los migrantes atrapados en Calais puedan cargar sus teléfonos, lavarse o beber agua. Se llama Brigitte Lips y también ha abierto las puertas de su casa al reportero de euronews Nima Ghadakpour.
Nos cuenta que las cosas han mejorado un poco. Ahora es legal ayudarles (antes era un delito) y la policía ya no les ataca con gases lacrimógenos cuando abandonan los campamentos de fortuna en los que viven.
Sin embargo, los vecinos de Brigitte han construido un muro de 60 metros "para no ver a los migrantes" que se acercan a su casa.
La policía sigue desmantelando los campamentos cada poco tiempo, y su situación es muy difícil, especialmente en invierno.
Los inmigrantes, que sueñan con entrar en el Reino Unido, le dicen a veces que es "como su madre".
Brigitte lo explica ella misma en el vídeo del reproductor de arriba.