Salir del tren para fumarse un cigarrillo puede resultar arriesgado si viaja con un bebé y se confía en el andén...
En Cleveland, un hombre dejó a su bebé en el capacho para darle unas caladas a un cigarro y el humo se le debió de atragantar cuando vio que las puertas automáticas se cerraban y el tren se ponía en marcha.
Afortunadamente, el conductor del tren se enteró de que llevaba un bebé a bordo antes de llegar a la siguiente estación, que estaba a solo un minuto.