Soldados y policías libaneses empiezan a despejar las carreteras bloqueadas, el miércoles (30 de octubre), para que la vida retome su pulso, tras 13 días de protestas que paralizaron el país y obligaron al primer ministro Saad Hariri a dimitir.
Militares y agentes despejaron una carretera importante al norte de Beirut después de una breve pelea con los manifestantes por la mañana, retirando las tiendas que habían estado bloqueando el tráfico.