Penetrar en algunas de las 300.000 casas destruidas por la explosión del pasado martes en el puerto de Beirut, se ha conseguido gracias a un drone que captó en toda su intensidad drámatica la magnitud de la catástrofe.
La explosión de las casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio, almacenadas en el puerto desde hace 6 años, destruyeron hogares y familias con al menos 170 muertos y 6.000 heridos.
La caída del Gobierno libanés ha sido una de las consecuencias de estas vidas rotas, una semana después del drama.