Docenas de devotos rezan durante una misa celebrada en la Plaza de la Ciudad Vieja en Praga, República Checa. Mientras la nación europea lucha contra el nuevo pico de infecciones de coronavirus, las nuevas medidas restrictivas adoptadas por COVID-19 limitan las reuniones en interiores a seis personas o menos.
Autoridades y expertos del país centroeuropeo, en estado de emergencia desde el 5 de octubre y con todo el sector educativo y de ocio clausurado, recomendaron asimismo un confinamiento voluntario.