Por Belén Carreño
MADRID, 30 abr (Reuters) - Los votantes de la Comunidad de Madrid parecen dispuestos a respaldar a su presidenta conservadora en las elecciones del martes, después de que la mandataria haya desafiado las presiones del Gobierno central de izquierdas para imponer restricciones a la economía, permitiendo la apertura de bares y tiendas a pesar de la pandemia de COVID-19.
La decisión de Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular (PP) en la oposición en el Congreso español, de dar prioridad a la economía y a la vida social frente al control de la crisis sanitaria, ha complacido a muchos madrileños, conocidos por su sociabilidad y su afición a comer y beber fuera de casa.
"Estas elecciones son un referéndum sobre las restricciones del COVID", dijo el director de la consultora GAD3, Narciso Michavila.
Ayuso, una política de 42 años que va por libre incluso dentro de su partido, exhibe la palabra "Libertad" en sus carteles de campaña, con la que pretende proyectar una imagen de Madrid como un paraíso liberal, para atraer a los turistas de otros países europeos que no han podido moverse sin restricciones durante meses, aunque sea a costa de un aumento de las infecciones por COVID.
"Ayuso lo hizo bien con el tema de los bares, dando más libertad y evitando el caos (económico)", dice el estudiante Lucas Oliveira, de 21 años, mientras disfrutaba de una copa en una terraza. Se considera apolítico pero votará a la candidata del PP.
Los carteles que dicen "Gracias por cuidarnos" han proliferado en bares y restaurantes, a los que se les ha permitido seguir abiertos desde el final de un estricto confinamiento nacional el pasado verano, lo que pone de manifiesto la popularidad de la política de Ayuso en el central sector de la hostelería.
Los gimnasios, cines, teatros y museos también han permanecido abiertos, y la gente puede incluso comer en el interior de los restaurantes. Sin embargo, los habitantes de otras partes de España, que en su mayoría siguen bajo diversos niveles de restricción, no pueden visitar la capital.
INFECCIONES POR COVID
Las administraciones autonómicas españolas son responsables de cuestiones como la sanidad y la educación.
La Comunidad de Madrid, que alberga a unos siete millones de los 47 millones de españoles, registró 388 casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, frente a una media nacional de 230. La ocupación de las unidades de cuidados intensivos es también la más alta de España, con cerca del 44%.
Para algunos votantes, ese precio es demasiado alto.
"Para la economía me pareció bien que se permitiera la reapertura de los bares... Pero (Ayuso) ha ido demasiado lejos dejando tantas cosas abiertas", dijo Isabel Villalba, una pensionista de 67 años, que dijo que votaría a los socialistas.
Sin embargo, la Comunidad de Madrid, la más rica de España, ha evitado una crisis sanitaria en toda regla, y se prevé que el PP de Ayuso obtenga más del 40% de los votos, duplicando potencialmente sus escaños en la Asamblea regional con respecto a las últimas elecciones de 2019.
Aunque es poco probable que sea suficiente para que el PP gobierne en solitario, un resultado así sería significativo en un país sumido desde hace tiempo en la fragmentación política, y potenciaría las perspectivas de Ayuso como posible rival en el futuro tanto frente al líder de su propio partido, Pablo Casado, como frente al presidente del Gobierno socialista español, Pedro Sánchez.
Los sondeos de opinión indican que Ayuso probablemente necesitará el apoyo del partido de extrema derecha Vox, que también había respaldado a la coalición de centro-derecha saliente en la comunidad autónoma.
Si Vox tiene un mal resultado y Ayuso no encuentra apoyo en otra formación, existe la posibilidad de que los partidos de izquierdas puedan obtener conjuntamente los votos suficientes para lograr la victoria.
PUBLICIDAD(Información de Guillermo Martínez; editado por Andrei Khalip, Ingrid Melander y Gareth Jones; traducido por Flora Gómez en la redacción de Gdansk)