Por Nathan Frandino
(Reuters) - Los conciertos en vivo están en el menú de entrega a domicilio, en momentos en que los músicos y el público buscan satisfacer su apetito por la interacción humana.
Mientras atardecía en Piedmont, California, unas 20 personas se reunieron en la galería trasera de una casa. Iluminada por algunas luces del escenario, un fuego cercano y bombillas de jardín, apareció el cantante y compositor Steve Poltz, guitarra en mano, feliz de volver a tocar en vivo.
"El solo hecho de poder interactuar con la gente se siente tan bien de nuevo porque sé que lo necesitaba y sé que otras personas lo necesitaban después de haber estado confinadas durante tanto tiempo", dijo el músico de Nashville, Tennessee, quien actuó en Facebook Live durante la pandemia.
Con las salas de conciertos en gran medida cerradas el año pasado, el promotor de conciertos de San Francisco KC Turner y su amiga música Megan Slankard pensaron una manera de llevar la música en vivo directamente a los fans en las entradas o jardines de sus casas.
"Es una forma de llevar la música a las personas de forma segura, muy pequeña, privada y brindarle esa alegría de lo que es la música", dijo Turner.
La serie de conciertos comenzó en el otoño boreal pasado con unos 35 shows en el área de la Bahía de San Francisco. Las reservas continuaron durante la primavera boreal.
El público debe usar mascarillas para los conciertos de 75 minutos, excepto cuando comen o beben, y mantener el distanciamiento social. El límite inicial de asistentes de 10 personas se ha duplicado, pero deben mantener distancia de los intérpretes sin mascarillas.
"Estaba preocupado pero tenía fe en el hecho de que saldría bien y así fue", dijo Poltz, quien ha sido vacunado.
Los propietarios suelen reservar espectáculos a través de Turner e invitar gente. Las tarifas oscilan entre 1.000 y 5.000 dólares según el artista.
La lista de músicos incluye a Donovan Frankenreiter, Clarence Greenwood (más conocido como Citizen Cope) y David Lowery de Cracker.
(Reporte de Nathan Frandino; Editado en español por Lucila Sigal)