QUITO, 1 jun - El Banco Central del Ecuador estima que la economía del país crecerá en un 2,8% en este año, una fuerte recuperación frente a la contracción del 2020, pero que dependerá de la continuidad del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y una vacunación masiva contra el COVID-19, dijo el martes la entidad.
La nueva previsión del organismo implica un menor crecimiento frente a la estimación del 3,1% de noviembre del año pasado, pero marcará una recuperación frente a la dura caída del PIB de 7,8% registrada en el 2020 por efectos de la pandemia del coronavirus.
"Los principales hechos (...) que aportarían a este desempeño positivo están relacionados con: la continuidad con el programa del FMI, el crecimiento económico de las principales economías mundiales y la expectativa en la vacunación", explicó el Banco Central del Ecuador (BCE) en un comunicado.
Además, la entidad prevé una recuperación del precio del crudo en el mercado internacional, uno de las principales fuentes de ingresos de la nación andina.
El presidente Guillermo Lasso, un exbanquero conservador que asumió el cargo el 24 de mayo, mantiene contactos con el FMI en un intento por revisar algunos términos del acuerdo de 6.500 millones de dólares firmado por el país el año pasado y acceder a los desembolsos pendientes.
El mandatario ha dicho que no subirá impuestos como recomienda el programa económico del FMI.
Como parte de su estrategia para reactivar la economía con problemas de liquidez, Lasso arrancó el lunes con un plan para vacunar a nueve millones de ecuatorianos en los primeros 100 días de gobierno, pero ha reconocido dificultades para adquirir las dosis necesarias y cumplir con su ambicioso objetivo.
En cuanto a la recuperación de la economía interna, el Banco Central estima que los planes de ayuda a las familias ecuatorianas afectadas por el coronavirus y que han sido apoyados por los organismos multilaterales, "contribuirá de manera positiva en el desempeño económico".
Además, estima una recuperación de la inversión pública y privada, de las exportaciones, principalmente las no petroleras, y de las importaciones. Pero proyecta un leve decrecimiento del gasto del gobierno por el recorte de salarios y la compra de bienes y servicios.