Por Steve Holland y Stephanie Nebehay
GINEBRA, 15 jun - Los asuntos en la agenda pueden ser problemáticos, pero el entorno será exuberante y sereno cuando los presidentes de Estados Unidos y Rusia se reúnan el miércoles en una majestuosa residencia del siglo XVIII con vistas al lago Ginebra.
La primera reunión cara a cara entre Joe Biden -desde que asumió la presidencia de Estados Unidos en enero- y Vladimir Putin podría durar de cuatro a cinco horas o más mientras discuten sobre el control de armas, la piratería informática y la interferencia en procesos electorales.
Pero en un reflejo de la tensión entre los mandatarios, el encuentro no incluirá ninguna comida y ambos ofrecerán conferencias de prensa por separado, en lugar de una rueda simultánea con los medios.
"No se partirá el pan", dijo un alto funcionario estadounidense a periodistas mientras Biden volaba a Ginebra para las conversaciones, programadas para comenzar alrededor de las 13.00 hora local (1100 GMT) en Villa La Grange, una elegante mansión gris ubicada en un terreno de 30 hectáreas.
Putin llegará primero a la residencia, donde los dos líderes se reunirán con el presidente suizo, Guy Parmelin, antes de sus negociaciones bilaterales en la biblioteca, que contiene volúmenes históricos encuadernados en cuero con obras en chino, francés, farsi y turco.
Biden y Putin se reunirán con sus principales asesores de política exterior, el secretario de Estado Antony Blinken y el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, así como con intérpretes, antes de celebrar una reunión más extensa.
Se desplegarán entre 3.000 y 3.500 policías y otras fuerzas del orden en la ciudad suiza a orillas del lago, generalmente apacible.
Entre los autores representados en los miles de libros en la mansión está Charles Pictet de Rochemont, un diplomático que preparó la declaración suiza de neutralidad permanente, un probable un factor en la elección de Ginebra para la cumbre.