Por Michelle Nichols
NACIONES UNIDAS, 14 jun - El saliente jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, criticó el lunes a las naciones ricas del Grupo de los Siete por no haber elaborado un plan para vacunar al mundo contra el COVID-19, y describió la promesa del G7 de proporcionar 1.000 millones de dosis durante el próximo año como un "pequeño paso".
"Estas donaciones benéficas esporádicas, en pequeña escala, de países ricos a países pobres no son un plan serio y no pondrán fin a la pandemia", dijo Lowcock, quien deja el cargo el viernes, a Reuters. "El G7, esencialmente, falló por completo en mostrar la urgencia necesaria".
Los líderes de Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá se reunieron en Cornualles, Inglaterra, durante el fin de semana, donde acordaron trabajar con el sector privado, el Grupo de las 20 naciones industrializadas y otros países para aumentar la contribución de vacunas durante meses.
"Dieron un pequeño paso en ese muy lindo resort en Cornwall, pero no deberían engañarse a sí mismos, es un pequeño paso y todavía tienen mucho por hacer", dijo Lowcock.
"Lo que el mundo necesitaba del G7 era un plan para vacunar al mundo. Y lo que obtuvimos fue un plan para vacunar a aproximadamente el 10% de la población de los países de ingresos bajos y medios, tal vez dentro de un año o en la segunda mitad del próximo año", añadió.
En mayo, el Fondo Monetario Internacional dio a conocer una propuesta de 50.000 millones de dólares para poner fin a la pandemia de COVID-19 vacunando al menos al 40% de la población en todos los países para fines de 2021 y al menos al 60% para la primera mitad de 2022.