Por Marine Strauss
BRUSELAS, 24 jun - El Gobierno regional de Bruselas anunció el viernes la prohibición de los automóviles diésel en la región para 2030 y los de gasolina para 2035 en un esfuerzo por cumplir el objetivo de neutralidad de carbono de la Unión Europea para 2050.
La prohibición también se aplicará a los vehículos que funcionen con gas natural comprimido, gas natural licuado e híbridos a partir de 2035.
"Con este nuevo paso en la organización de la zona de bajas emisiones de Bruselas, confirmamos el deseo de la región de optar por una transición climática que sea socialmente justa", dijo Rudi Vervoort, presidente de la región de Bruselas, en una conferencia de prensa el viernes.
Las escúteres diésel también estarán prohibidas a partir de 2025, mientras que las de gasolina a partir de 2028 y las motocicletas estarán autorizadas hasta 2035.
El transporte por carretera es responsable del 30% de las emisiones totales de dióxido de carbono en la región de Bruselas, y estas se han mantenido en un nivel constante desde 1990, según la agencia medioambiental de Bruselas.
El plan, llamado "La Bruselas de movilidad baja en emisiones", dice que podría ayudar a prevenir de 100 a 110 muertes prematuras por año relacionadas con la contaminación del aire en Bruselas y ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte entre un 65% y un 75% para 2030.
Para compensar la eliminación de automóviles, el Gobierno de Bruselas dijo que tiene como objetivo instalar 22.000 cargadores eléctricos en la región e invertiría fuertemente en movilidad, incluidos casi 1.000 millones de euros (1.200 millones de dólares) en transporte público en 2021 para mejorar la oferta y la accesibilidad.
En marzo, nueve países europeos pidieron a la Comisión Europea que estableciera una fecha para prohibir las ventas de automóviles nuevos de gasolina y diésel en la Unión Europea para alinear el sector del transporte con los objetivos climáticos.
La Comisión Europea propondrá estándares de CO2 más estrictos para los automóviles nuevos en Europa como parte de un paquete de políticas el 14 de julio con el objetivo de cumplir su objetivo de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero de la UE al menos en un 55% para 2030, volviendo a los niveles de 1990, y conducir el bloque hacia la neutralidad climática para 2050.
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