Por Kate Abnett
BRUSELAS, 25 jun - Los negociadores de la Unión Europea llegaron el viernes a un acuerdo sobre las reformas del enorme programa de subvenciones agrícolas del bloque, introduciendo nuevas medidas destinadas a proteger las pequeñas granjas y a frenar el impacto medioambiental de la agricultura.
El acuerdo pone fin a una lucha de casi tres años sobre el futuro de la Política Agrícola Común de la UE, que absorberá alrededor de un tercio del presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027, con un gasto de 387.000 millones de euros en pagos a los agricultores y ayudas al desarrollo rural.
Los representantes de los Estados miembros de la UE y el Parlamento Europeo cerraron el acuerdo, que tiene como objetivo direccionar los recursos de las prácticas agrícolas intensivas hacia la protección de la naturaleza, y frenar el 10% de los gases de efecto invernadero de la UE emitidos por la agricultura.
Las nuevas normas de la PAC se aplicarán a partir de 2023 y no cubrirán a Reino Unido tras su salida de la UE.
"En algunos puntos podríamos haber deseado un resultado diferente, pero en general creo que podemos estar contentos con el acuerdo que hemos logrado", dijo el comisario de agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski, en un tuit.
Los activistas y algunos legisladores afirmaron que el acuerdo no lograba alinear la agricultura con los objetivos de la UE para luchar contra el cambio climático, y advirtieron que muchas de las medidas ecológicas eran débiles o hacían que los Estados miembros tuvieran la opción de exigir a los agricultores que adoptaran métodos respetuosos con el medio ambiente.
El acuerdo exigiría a los países destinar el 20% de los pagos a los agricultores a partir de 2023-2024, y el 25% de los pagos entre 2025-2027, a "planes ecológicos" que protejan el medio ambiente, según un borrador del acuerdo visto por Reuters. El acuerdo definitivo no se ha publicado.
Los ejemplos podrían incluir la restauración de humedales para absorber el CO2 o la agricultura ecológica, aunque las normas no definen lo que contaría como un eco-esquema.
Los fondos que no se gasten en planes ecológicos por debajo de esos límites deberán destinarse a medidas ecológicas en otros ámbitos.
Otros acuerdos provisionales incluyen normas que obligan a los países de la UE a redistribuir al menos el 10% de los fondos de la PAC a las actividades agrícolas más pequeñas. Los países podrían eludir este requisito si utilizan otros métodos para distribuir los fondos de forma justa.
Todos los pagos de los agricultores estarían vinculados al cumplimiento de normas medioambientales, como reservar el 4% de las tierras de cultivo para zonas en las que pueda prosperar la naturaleza o rotar los cultivos anualmente para mejorar la salud del suelo.
Los auditores de la UE afirmaron esta semana que la actual PAC no lograba reducir las emisiones, a pesar de haber gastado 100.000 millones de euros en subvenciones "respetuosas con el clima" desde 2014. Las emisiones de la agricultura de la UE, la mitad de las cuales provienen de la ganadería, no han disminuido desde 2010