El Eid al-Adha o Fiesta del Sacrificio celebrada en Srinagar, Cachemira será este año algo menos completa que en otras ocasiones.
Y es que las autoridades sanitarias indias advirtieron de un posible aumento de nuevas infecciones por coronavirus, lo que ha disparado los precios del ganado. La decisión tomada ha sido drástica pero necesaria para todos: nada de sacrificar animales.
Por si esto fuera poco, la India prohibía recientemente el sacrificio de los animales en el marco de la ley para la prevención de la crueldad hacia los animales, por lo que definitivamente la Fiesta del Sacrificio, que este año se celebra en esta región del 21 al 23 de julio, no contará con sacrificios.
Normalmente, y como manda la tradición, las oraciones de los fieles musulmanes al profeta Ibrahim van acompañadas del sacrificio de una cabra, una oveja o una vaca, cuya carne es después repartida entre familiares y amigos más pobres que no pueden permitirse dichos sacrificios.
Pero la pandemia del COVID-19 ha devastado la economía de la India y ha provocado dificultades financieras a millones de personas. Muchos dicen ahora que no pueden permitirse comprar un animal para el sacrificio.
