Por Ricardo Brito
BRASILIA, 1 ago - Partidarios del Gobierno se manifestaron el domingo en varias ciudades de Brasil para exigir cambios al sistema de votación electrónica del país, que ha sido calificado como poco confiable por el presidente Jair Bolsonaro.
El gobernante de extrema derecha ha estado insistiendo en la adopción de boletas impresas que puedan ser auditadas, un sistema mixto en el que las urnas electrónicas también imprimirían recibos que pueden ser revisados si se cuestiona algún resultado.
En un video proyectado a los manifestantes en Brasilia, Bolsonaro reiteró una advertencia de que no se realizarán elecciones el próximo año "si no son limpias y democráticas".
"Las personas que dicen que el voto electrónico es seguro y puede someterse a auditorías están mintiendo", declaró.
Bolsonaro afirma que las urnas electrónicas han permitido el fraude electoral, aunque no ha proporcionado pruebas sobre sus declaraciones.
El máximo tribunal electoral y miembros de la corte suprema de Brasil sostienen que no ha habido fraude en el sistema de votación electrónica, que aseguran es eficiente y puede ser auditado.
Detractores dicen que Bolsonaro, al igual que el expresidente estadounidense Donald Trump, está sembrando dudas en torno al proceso electoral para negarse a aceptar una eventual derrota en los comicios del 2022.
La popularidad del mandatario ha ido disminuyendo mientras Brasil afronta el segundo brote de coronavirus más letal del mundo. Los sondeos dicen que Bolsonaro va por detrás del ex presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, aunque ninguno de ellos ha anunciado oficialmente una candidatura.
Los partidarios de Bolsonaro también realizaron manifestaciones el domingo en Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos ciudades más grandes de Brasil, para respaldar un cambio del sistema electoral.
Un comité del Congreso votará esta semana sobre un proyecto de ley que propone el uso de las boletas en papel, pero se espera que sea rechazado.
El presidente de la Cámara Baja, Arthur Lira, un aliado de Bolsonaro, se opone a la propuesta y ha calificado la discusión sobre el sistema de votación como una "pérdida de tiempo".