Por Renju Jose
SÍDNEY, 18 ago - El brote de la variante delta en Sídney aún no ha llegado a su punto máximo y los residentes deben prepararse para más muertes, dijeron las autoridades el miércoles, mientras la mayor ciudad de Australia seguía batiendo récords de nuevas infecciones diarias a pesar de un cierre de casi dos meses.
"Lo peor está por llegar y la forma de detener esto es que todo el mundo se quede en casa", dijo la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, a los periodistas en Sídney, la capital del estado.
Nueva Gales del Sur registró su mayor incremento diario, con 633 nuevos casos, de los cuales 545 fueron en Sídney, superando el máximo diario anterior del estado, de 478, alcanzado el lunes. Sesenta personas han muerto desde que se notificó el primer caso de la variante delta en Sídney el 16 de junio, incluidas las tres confirmadas el miércoles.
Dado que sólo el 28% de los habitantes de Nueva Gales del Sur mayores de 16 años están completamente vacunados, la máxima autoridad sanitaria del estado, Kerry Chant, advirtió que habría más muertes si los casos seguían aumentando.
Australia está inmersa en una tercera oleada de infecciones que ha puesto de manifiesto los puntos débiles en el despliegue de vacunas del país y ha obligado a más de la mitad de sus 25 millones de habitantes a permanecer confinados.
Hasta el momento, sólo una cuarta parte de la población adulta está totalmente vacunada, lo que presiona al primer ministro Scott Morrison, cuyo Gobierno no alcanzó sus objetivos iniciales de vacunación.
Sídney, Melbourne y la capital, Canberra, están bajo órdenes de permanecer en casa, empujando a la economía de 2 billones de dólares australianos (1,5 billones de dólares) al borde de su segunda recesión en otros tantos años.
El estado de Victoria, donde se encuentra Melbourne, notificó el miércoles 24 nuevos casos comunitarios de COVID-19, el mismo número que un día antes, mientras las autoridades se esfuerzan por rastrear las infecciones de origen desconocido.