Por Francois Murphy
VIENA, 9 oct - El canciller conservador de Austria, Sebastian Kurz, renunció el sábado para poner fin a una crisis gubernamental después de que su socio de coalición declaró que no era apto para dirigir el país porque ha sido investigado por sospecha de corrupción.
La decisión de Kurz, que niega haber actuado mal, satisfizo la demanda de su socio de la coalición, los Verdes, de que se fuera. El canciller planea permanecer como líder de su partido y ser su principal legislador en el Parlamento, posiciones desde las que puede seguir influyendo en la política gubernamental.
"Quisiera dar un paso al costado para poner fin al estancamiento, evitar el caos y garantizar la estabilidad", declaró Kurz en un comunicado a los medios.
El político agregó que propondrá al presidente Alexander Van der Bellen que el ministro de Relaciones Exteriores Alexander Schallenberg, diplomático de carrera respaldado por el partido de Kurz, asuma como canciller.
El líder de los Verdes y vicecanciller Werner Kogler indicó que estaba satisfecho, lo que implica que Kurz logró sacar a su coalición del borde del abismo.
"Creo que este es el paso correcto para el trabajo futuro del gobierno", dijo Kogler en un comunicado, agregando que había tenido una relación de trabajo "muy constructiva" con Schallenberg.
Una estrella entre los conservadores de Europa y conocido por su línea dura con la inmigración, Kurz, de 35 años, se convirtió en uno de los líderes más jóvenes del continente cuando asumió el cargo de canciller en 2017 al frente de una coalición con el Partido de la Libertad de extrema derecha.
Fiscales dijeron el miércoles que estaban investigando a Kurz y a otras nueve personas por sospechas de abuso de confianza, corrupción y soborno con varios niveles de participación.
Los fiscales sospechan que a partir de 2016, cuando Kurz buscaba asumir el cargo de líder del partido, el Ministerio de Finanzas liderado por los conservadores pagó anuncios en un periódico a cambio de encuestas manipuladas y cobertura favorable al canciller.
Kurz se ha comprometido a defenderse de lo que dice son acusaciones falsas. Había dicho que estaba dispuesto a seguir gobernando con los Verdes, pero el partido de izquierda dijo que la pesquisa hacía que Kurz no fuera apto para ser canciller y pidió a su partido nombrar un sucesor "irreprochable".