Por Pavel Polityuk
KIEV, 12 oct - La Unión Europea está estudiando diferentes maneras de garantizar que Ucrania disponga de un suministro constante de gas natural este invierno y no se vea expuesta a ninguna reducción de la producción de Rusia, dijo el martes la jefa del Ejecutivo del bloque.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que se podría invertir el flujo de gas desde Eslovaquia, que desde septiembre de 2014 tiene un interconector con Ucrania.
"La Comisión, junto con expertos ucranianos, está explorando, ahora mismo, diferentes escenarios para asegurar un suministro suficiente para Ucrania", dijo Von der Leyen en un comunicado junto al presidente de Ucrania.
"También trabajaremos estrechamente con ustedes (...) para aumentar la capacidad de suministro de gas procedente de los Estados miembros de la Unión Europea. Y esto incluye también la opción de trabajar en acuerdos para invertir el flujo de un gasoducto adicional desde Eslovaquia", dijo.
Ucrania recibió a los líderes de la UE en una cumbre celebrada en Kiev en la que las dos partes también firmaron un acuerdo de aviación.
La cumbre tuvo lugar en un momento en el que Ucrania está presionando a sus aliados occidentales para que sancionen a Rusia, por lo que considera un intento por parte de Moscú de utilizar el suministro de gas como arma contra Europa.
Las preocupaciones sobre la energía también provocaron el mes pasado una disputa bilateral entre Ucrania y su vecino de la UE, Hungría, después de que Budapest firmara un nuevo acuerdo energético a largo plazo con Rusia que dejaba de lado a Ucrania como país de tránsito. El acuerdo también pone en tela de juicio la capacidad de Ucrania para recibir flujos inversos de gas ruso desde Hungría.
Ucrania quiere que la UE investigue el acuerdo, alegando que podría violar las normas energéticas del bloque, y también quiere que Europa y Estados Unidos bloqueen la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2, auspiciado por Rusia, que une la costa rusa con la de Alemania a través del mar Báltico, con el que Moscú evita la necesidad de hacer pasar su suministro de gas por territorio ucraniano.
La UE ha apoyado a Ucrania en su conflicto con Moscú tras la anexión rusa de la península de Crimea en 2014 y el estallido de los combates entre las tropas ucranianas y los separatistas apoyados por Rusia en la región oriental de Donbass.
Pero Bruselas ha instado a Ucrania a acelerar sus reformas internas y a atajar la corrupción a cambio de apoyo.