MADRID, 4 nov - El Gobierno español prometió el jueves 382 millones de euros (441 millones de dólares) para restaurar una de las mayores lagunas de agua salada de Europa, cuya degradación medioambiental ha transformado el antiguo santuario marino en un símbolo de la contaminación incontrolada.
Situado en la costa mediterránea del sureste de España, el Mar Menor fue en su día un gran atractivo turístico, pero años de contaminación han convertido sus aguas turquesas en un verde turbio, lo que le ha valido el apodo de "sopa verde" entre los lugareños.
"La crisis ambiental del Mar Menor es insostenible, hay que parar de forma inmediata las agresiones", dijo la ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, cuya administración ha estado intercambiando culpas con el Gobierno regional de Murcia desde que toneladas de peces muertos comenzaron a aparecer en la costa en 2019.
Como primera medida, el plan prevé cortar el suministro de agua a las explotaciones agrícolas sin licencia de riego, revisar los permisos de vertido de aguas residuales y reforzar los controles sobre las explotaciones ganaderas.
Aunque las autoridades regionales atribuyen la mortandad de peces a las altas temperaturas intempestivas, los ecologistas llevan años advirtiendo que las escorrentías de las instalaciones agrícolas intensivas, que impulsan la economía local, perjudican la calidad del agua.
Los altos niveles de fosfatos y nitratos en el agua hacen que florezcan enormes floraciones de algas. Éstas impiden que la luz del sol penetre en el agua y reducen los niveles de oxígeno bajo la superficie, lo que acaba por asfixiar la vida marina.
Los contaminantes procedentes del desarrollo urbano en la estrecha barra de arena que separa el Mar Menor del Mediterráneo agravan el problema.
Para minimizar los niveles de contaminantes que llegan al agua, el Gobierno planea invertir 30 millones de euros en la creación de un cinturón verde de 1.500 metros alrededor del perímetro de la laguna como zona de amortiguación.
Pedro García, director de la asociación regional de naturalistas ANSE, acogió con satisfacción el plan, pero expresó su preocupación por el hecho de que algunos proyectos puedan quedar empantanados en la burocracia, retrasando cualquier acción concreta, mientras que otros carecen de una fecha de inicio clara.
Subrayando el impacto de largo alcance de los problemas ambientales, un informe del banco central de España sugirió el jueves que los precios de la vivienda en la zona se habían estancado desde 2015, mientras que en la cercana Alicante habían subido alrededor del 43%.
(1 dólar = 0,8654 euros)