BRUSELAS, 25 nov - Los residentes en la Unión Europea tendrán que ponerse una dosis de refuerzo de la vacuna de COVID-19 si quieren viajar a otro país del bloque el próximo verano, según una propuesta que anunciará la Comisión Europea el jueves.
La Comisión Europea quiere armonizar las normas en los 27 Estados miembros de la UE para permitir la libre circulación por su territorio, piedra angular del bloque, pero se enfrenta a nuevas restricciones ante los nuevos récords de casos en varios países de Europa, que ha llevado a muchos de ellos a poner en marcha la campaña de refuerzo.
Los Estados de la UE, que deberán aprobar la recomendación de la Comisión, iniciaron el debate sobre la cuestión el martes. Grecia ha propuesto que en el futuro se pueda viajar libremente si se ha recibido una dosis en los últimos seis meses.
Aceptando que la inmunidad disminuye con el tiempo, la Comisión Europea propone que se considere que las personas están cubiertas durante los nueve meses siguientes a la recepción de la última dosis de la vacuna, dijo un responsable de la UE a Reuters.
Dado que la mayoría de los residentes de la UE que fueron vacunados recibieron sus últimas dosis en el segundo y tercer trimestre de 2021, su cobertura vencería en la mayoría de casos a mediados del próximo año.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) recomendó refuerzos de la vacuna para todos los adultos, con prioridad para los mayores de 40 años, lo que supone un cambio importante con respecto a su orientación anterior, que sugería dosis adicionales para las personas mayores y las que tenían el sistema inmunitario debilitado.
La coordinación en la UE de los certificados COVID, que muestran si el titular está totalmente vacunado o si ha dado negativo en una prueba reciente o se ha recuperado de la infección, ha permitido suavizar las restricciones a los viajes transfronterizos.
Los certificados, que suelen mostrarse en dispositivos móviles, son expedidos por los distintos países, pero son reconocidos en todo el bloque. En muchos países de la UE se utilizan cada vez más para acceder a lugares cerrados, como restaurantes o teatros.