BRUSELAS, 20 dic - La Unión Europea declaró el lunes que una ley de Polonia que, según sus críticos, pretende silenciar un canal de noticias crítico con el Gobierno polaco, plantea graves riesgos para la libertad y la pluralidad de los medios de comunicación del país.
La ley, que fue aprobada inesperadamente por el Parlamento el viernes, endurece las normas sobre la propiedad extranjera de los medios de comunicación, afectando específicamente a la capacidad para operar del canal de noticias TVN24, propiedad de la empresa estadounidense de medios de comunicación Discovery.
"Estamos siguiendo los últimos acontecimientos con preocupación", dijo un portavoz de la Comisión Europea en una conferencia de prensa en Bruselas.
La Comisión Europea espera que los Estados miembros de la UE se aseguren de que sus políticas y leyes no socavan su compromiso de garantizar un sector de los medios de comunicación libre, independiente y diverso, dijo.
El proyecto de ley, que aún no ha sido promulgado por el presidente Andrzej Duda, ha deteriorado la relación entre Polonia, país miembro de la OTAN, y Estados Unidos, en un momento de mayor tensión en Europa del Este por lo que algunos países consideran una mayor presencia política rusa.
La Comisión Europea dijo que seguirá de cerca la evolución de Polonia, ya que la ley podría dar lugar a cambios forzosos en la estructura de propiedad de las empresas de medios de comunicación.
"La votación que tuvo lugar el viernes ejerce más presión sobre el sector de los medios de comunicación en Polonia (...). Puede llevar a la limitación de la libertad de los medios de comunicación en Polonia, donde el panorama mediático ya sufre una creciente politización", dijo el portavoz, señalando una serie de protestas contra el proyecto de ley que tuvieron lugar por todo el país durante el fin de semana.
El partido nacionalista polaco Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco) lleva mucho tiempo diciendo que los grupos de medios de comunicación extranjeros tienen demasiado poder en el país y distorsionan el debate público.
Los críticos dicen que las medidas contra los grupos de medios de comunicación extranjeros forman parte de una agenda cada vez más autoritaria, que ha puesto a Varsovia en conflicto con Bruselas en relación con los derechos del colectivo LGBT y las reformas judiciales.