31 dic - El confinamiento decretado en España en marzo de 2020 en respuesta al COVID-19 agravó las condiciones energéticas de los hogares con menos recursos en el primer año de la pandemia, según mostraron datos del Ministerio para la Transición Ecológica publicados el viernes.
Dos de los cuatro indicadores que maneja el ministerio para medir la evolución de la pobreza energética en España en 2020 empeoraron en comparación con el año anterior.
Por una parte, un 10,9% de la población se consideraba incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en inverno en 2020, lo que supone un 3,3% más que el año anterior.
Además, un 9,6% se vio forzado a retrasarse en sus pagos del suministro, una cifra que se sitúa un 3% por encima de la de 2019.
Los otros dos indicadores del estudio son el gasto desproporcionado de los hogares, que pasó del 16,7% al 16,8% en 2020, y la pobreza energética escondida, que se redujo ligeramente del 10,6% al 10,3% en el año.
Los datos del ministerio mostraron el impacto de la pandemia en la población más vulnerable, ya que la paralización de la actividad económica por el confinamiento imposibilitó a muchas personas buscar empleo o mantenerlo y disminuyó sus ingresos, necesitando destinar más recursos a la cobertura de sus necesidades en un contexto de aumento del consumo energético.
Ante este panorama, a pesar de las medidas ya adoptadas para combatir los efectos de la pobreza energética en el país, el ministerio español concluye que es necesario seguir ahondando en el conjunto de medidas orientadas a reducir el número de hogares que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Para realizar su informe, el ministerio se basó en los datos proporcionados por la Encuesta de Condiciones de Vida y en la Encuesta de Presupuestos Familiares, ambas elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
- Puede consultar el informe completo del Ministerio para Transición Ecológica en un navegador externo accediendo al siguiente enlace: https://bit.ly/3qDfkoz