Los restaurantes madrileños sufren con la ola de cancelaciones por ómicron

Los restaurantes madrileños sufren con la ola de cancelaciones por ómicron
Los restaurantes madrileños sufren con la ola de cancelaciones por ómicron Derechos de autor Thomson Reuters 2021
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Por Javier Barbancho y Guillermo Martinez

MADRID, 31 dic - Después de casi dos años de incertidumbre inducida por el COVID-19, los bares y restaurantes de Madrid habían contado con unas reservas sólidas durante las fiestas para reforzar sus finanzas, pero el aumento del contagio ha desencadenado una ola de cancelaciones de última hora.

"Todos pensábamos que diciembre iba a ser un mes que por lo menos íbamos a salvar los muebles, íbamos a poder facturar y poder pagar muchas cosas que están atrasadas", dice Juan Lozano, jefe de sala del restaurante La Querida, en el barrio madrileño de Pozuelo, que estaba casi al completo a principios de diciembre.

Pero la rapidísima propagación de la variante ómicron por Europa ha disparado la tasa de infección en España a máximos históricos y ha diezmado las reservas, dejando sólo cuatro mesas de las dos docenas de reservas para el día de Año Nuevo.

La tasa de contagio a 14 días se situó el jueves en el récord de 1.775 casos por cada 100.000 habitantes, más de ocho veces la registrada un mes antes y superior a los 890 del anterior pico, a finales de enero de 2021.

No obstante, la tasa de ocupación de camas hospitalarias era aproximadamente un tercio de la registrada a finales de enero. Había 10.768 pacientes COVID-19 en los hospitales, ocupando el 8,81% de la capacidad hospitalaria total, lo que sigue siendo casi el triple de la tasa de hace un mes. Las unidades de cuidados intensivos están llenas en un 19,42%, por encima del 7,76% del 30 de noviembre, pero por debajo del 43% del 30 de enero.

A diferencia de otras regiones españolas, que han impuesto límites de aforo, pasaportes COVID obligatorios e incluso un toque de queda en Cataluña, Madrid no ha introducido ninguna restricción a la hora de comer y socializar. Pero los restaurantes siguen sintiendo el pellizco.

"La perspectiva que tenemos es horrorosamente mala", dijo Lozano, insistiendo en que el Gobierno debe dar más apoyo al sector. Se quejó de que los préstamos ventajosos respaldados por el Estado no son suficientes.

"Te dicen que usted puede pedir un crédito ICO, pero el crédito ICO lo tengo que pagar, ¿no?".

El organismo del sector, Hostelería Madrid, calcula que la mitad de las reservas de diciembre en la región fueron canceladas, lo que provocó pérdidas de unos 350 millones de euros (396 millones de dólares).

Al otro lado de la ciudad, en el Asador Extremeño, un establecimiento tradicional especializado en parrilladas junto al río Manzanares, el chef Miguel Campos se quejaba de que casi se habían quedado sin clientes mientras colocaba un enorme trozo de carne en la parrilla.

"Tenemos una terraza, sí es cierto que la gente tiene más libertad... Más o menos haciendo buen tiempo, gracias a (que) Dios nos acompaña se puede trabajar un poquito", dijo.

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