Por Twinnie Siu y Jessie Pang
HONG KONG, 5 ene - Hong Kong anunció la prohibición durante dos semanas de los vuelos procedentes de ocho países, entre ellos Estados Unidos y Reino Unido, y reforzó las restricciones el miércoles, ya que las autoridades temen una quinta oleada de infecciones por COVID-19.
Las restricciones se anunciaron mientras las autoridades sanitarias rastreaban la ciudad en busca de los contactos de un paciente con COVID-19, algunos de los cuales habían estado a bordo de un barco de Royal Caribbean que recibió la orden de interrumpir su viaje y regresar a puerto.
Los vuelos procedentes de Australia, Canadá, Francia, India, Pakistán, Filipinas, Reino Unido y Estados Unidos, incluidos los intercambios, estarían prohibidos del 8 al 21 de enero, según declaró a la prensa la líder hongkonesa Carrie Lam.
Lam dijo que el gobierno prohibiría comer en interiores después de las 18.00 horas a partir del viernes, y cerraría las piscinas, los centros deportivos, los bares y clubes, los museos y otros lugares durante al menos dos semanas. Los futuros viajes en crucero se cancelarían.
"Todavía no hemos visto una quinta ola, pero estamos a punto", dijo Lam.
Hong Kong registró el miércoles 38 nuevos casos de coronavirus, pero sólo uno fue un contagio de la comunidad local, mientras que el resto fueron personas que habían regresado a la ciudad y dieron positivo durante la cuarentena.
El centro financiero mundial se ha ceñido a una estrategia de tolerancia cero, aislándose en gran medida del mundo y aplicando un régimen de cuarentena draconiano y costoso. El 31 de diciembre, una racha de tres meses sin casos en la comunidad terminó con la primera transmisión local de la variante ómicron.
Desde entonces, las autoridades se han esforzado por localizar y analizar a cientos de personas que habían estado en contacto con un puñado de pacientes de ómicron. Sin embargo, uno de los pacientes no tenía vínculos conocidos, lo que hace temer que se produzca un gran brote.