PEKÍN, 17 mar - El centro tecnológico chino de Shenzhen permitirá a las empresas reanudar el trabajo de forma "ordenada" tras la restricción de las actividades no esenciales en un esfuerzo por contener un brote de COVID-19, dijo el jueves un representante de la ciudad.
Shenzhen, cercana a Hong Kong, informó el miércoles de 71 nuevas infecciones locales confirmadas, frente a las 55 del día anterior. Aunque el brote es pequeño en comparación con los estándares internacionales, las autoridades no han dejado nada al azar.
Shenzhen pretende realizar tres pruebas a todos sus residentes antes del jueves. Ha suspendido los autobuses, el metro y toda la actividad económica no esencial en un programa de contención de una semana que calificó de "vida lenta". Los supermercados, las farmacias y las instituciones médicas se encuentran entre los únicos negocios autorizados a abrir, según el Gobierno.
Las principales empresas de la ciudad ya están sintiendo los efectos. El proveedor de Apple Inc, Foxconn, planea situar su campus de Shenzhen en una "burbuja" de COVID-19 que le permitirá reanudar la producción hasta al menos el domingo, según un documento interno visto por Reuters.
Los casos sintomáticos locales de COVID-19 en China continental disminuyeron por segundo día el jueves, después de que se frenara un brote en el noreste, el peor desde el primer brote de China en 2020 centrado en Wuhan.