Por Jesús Aguado
MADRID – La transición de España hacia una energía más limpia podría acarrear riesgos más notables para los sectores con mayores emisiones de CO2, como el transporte, la industria manufacturera y la agricultura, mientras que cualquier impacto en los bancos sería moderado a corto plazo, dijo el Banco de España.
En un análisis de cómo puede afectar al sector bancario el aumento de los precios de los derechos de emisión de CO2, el banco central dijo el miércoles que, de promedio, tendrían un impacto moderado en la calidad crediticia de los préstamos a empresas.
Sin embargo, si los riesgos físicos del cambio climático, como las sequías y los incendios forestales, se materializan con fuerza, eso elevaría la probabilidad de impago a largo plazo para algunos hogares y empresas, dijo.
El Banco de España añadió que los riesgos físicos y transitorios a los que se enfrentan los bancos podrían suponer una amenaza para la estabilidad financiera, lo que requeriría una respuesta “decisiva” por parte de los bancos centrales.
En un momento en el que los dirigentes europeos están trabajando en planes para acelerar la transición ecológica del bloque, el economista jefe del Banco de España, Ángel Gavilán, también dijo que era necesario crear normas comparables internacionalmente para perseguir este objetivo.
Añadió que los planes europeos para reducir su dependencia de la energía rusa tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú son positivos a medio plazo, aunque perjudiquen a corto plazo.
Sin dar más detalles, Gavilán dijo que se prevé que el riesgo de transición energética sea inflacionario a corto plazo.
Tras incluir los riesgos climáticos y medioambientales en sus prioridades de supervisión para 2022-24, el Banco Central Europeo está llevando a cabo este año varias actividades de supervisión relacionadas con el clima, incluida la primera prueba de resistencia al riesgo climático de su historia.