Por Jonathan Landay
JÁRKOV, Ucrania - Ucrania dijo que había dañado un barco logístico de la armada rusa cerca de la isla de las Serpientes, un pequeño pero estratégico enclave en el mar Negro, mientras los familiares de los soldados ucranianos atrincherados en la siderúrgica asediada de Mariúpol rogaban que los salvaran.
La reanudación de los combates en torno a la isla de las Serpientes en los últimos días puede convertirse en una batalla por el control de la costa occidental del mar Negro, según algunos responsables de defensa, mientras las fuerzas rusas tienen dificultades para avanzar en el norte y el este de Ucrania.
"Gracias a las acciones de nuestros marineros navales, el buque de apoyo Vsevolod Bobrov se incendió. Es uno de los más nuevos de la flota rusa", dijo Serhi Bratchuk, un portavoz de la administración militar regional de Odesa.
Reuters no pudo verificar los detalles de forma independiente. El Ministerio de Defensa ruso no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Las imágenes de satélite proporcionadas por Maxar, una empresa privada con sede en Estados Unidos, mostraron las consecuencias de lo que, según dijo, eran probables ataques con misiles contra una embarcación de desembarco rusa de clase Serna cerca de la isla, próxima a la frontera marítima de Ucrania con Rumanía.
Las imágenes también mostraban daños recientes en los edificios de la isla, que se hizo famosa por el desafío que mostraron al principio de la invasión los defensores ucranianos contra los soldados rusos, a los que insultaron antes de morir.
Rusia sufrió nuevos reveses en el campo de batalla cuando Ucrania expulsó a sus tropas de la región en torno a la segunda ciudad más grande, Járkov, el progreso más rápido desde que obligó a las fuerzas del Kremlin a abandonar Kiev y el noreste hace más de un mes.
Los periodistas de Reuters han confirmado que Ucrania tiene ahora el control del territorio que se extiende hasta las orillas del río Síverski Donets, a unos 40 kilómetros (25 millas) al este de Járkov.
Las imágenes publicadas por el Mando de las Fuerzas Aerotransportadas de Ucrania parecen mostrar varios vehículos militares quemados y segmentos de un puente aparentemente destruido y parcialmente sumergido en el río.
Las autoridades regionales informaron de que se estaban produciendo ataques con misiles en los alrededores de Poltava y bombardeos en Dergachi, cerca de Járkov, en los que murieron dos personas.
En la capital, Kiev, las esposas y familiares de los combatientes ucranianos encerrados en la planta siderúrgica de Azovstal, en el puerto meridional de Mariúpol, se manifestaron para pedir su rescate. El ejército ruso ha estado bombardeando la acería, el último bastión de los defensores ucranianos en una ciudad controlada casi por completo por Rusia tras un asedio de más de dos meses.
"Quiero que todos los defensores que están allí vuelvan a casa para que puedan llevar una vida normal con sus hijos y familiares", dijo Maria Zimareva, cuyo hermano está dentro de la acería. "Ellos se lo han ganado. ¿Por qué los demás pueden caminar por las calles con sus seres queridos y ellos no? ¿Por qué nadie les ayuda?"
Kiev dijo que estaba trabajando en el rescate de los militares, muchos de ellos gravemente heridos.
"Hemos iniciado una nueva ronda de negociaciones en torno a una hoja de ruta para una operación (de evacuación). Y empezaremos con los que están gravemente heridos", declaró la vice primera ministra Irina Vereshchuk a la televisión 1+1.
EXPANSIÓN DE LA OTAN
Mientras proseguían los combates en todo el país, se produjeron movimientos diplomáticos internacionales que aumentaron la presión sobre el presidente ruso Vladimir Putin.
El plan de Finlandia de solicitar el ingreso en la OTAN, anunciado el jueves, y la expectativa de que Suecia siga sus pasos, supondrían la expansión de la alianza militar occidental que Putin pretendía impedir.
El abandono de la neutralidad que mantuvieron durante la Guerra Fría supondría uno de los mayores cambios en la seguridad europea en décadas.
Moscú calificó de hostil el anuncio de Finlandia y amenazó con tomar represalias, incluyendo medidas "técnico-militares" no especificadas.
"Helsinki debe ser consciente de la responsabilidad y de las consecuencias de tal movimiento", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los finlandeses serían "calurosamente bienvenidos" y prometió un proceso de adhesión "suave y rápido".
La Casa Blanca respaldó esta medida.
"Apoyaríamos una solicitud de ingreso en la OTAN por parte de Finlandia y/o Suecia, en caso de que la soliciten", dijo la secretaria de prensa Jen Psaki.
La frontera de Finlandia, de 1.300 km, duplicará la longitud de la frontera entre la alianza liderada por Estados Unidos y Rusia, lo que situará a los agentes de la OTAN a pocas horas de distancia de las afueras del norte de San Petersburgo.
Putin citó la posible expansión de la OTAN como una de las principales razones por las que lanzó lo que llamó una "operación militar especial" en Ucrania en febrero.
El jueves también se intensificaron las disputas sobre el suministro ruso de energía a Europa, que sigue siendo la mayor fuente de fondos de Moscú y la mayor fuente de calor y energía de Europa.
Moscú dijo que detendría los flujos de gas a Alemania a través del principal gasoducto sobre Polonia, mientras que Kiev dijo que no reabriría una ruta de gasoducto que cerró esta semana a menos que recuperara el control de las zonas de los combatientes prorrusos. Los precios del gas en Europa aumentaron.