PEKÍN, 8 jul - El Gobierno de la ciudad de Pekín ha abandonado sus planes de permitir que sólo las personas vacunadas contra el COVID-19 puedan entrar en lugares concurridos como bibliotecas, cines y gimnasios a partir del lunes, tras una fuerte reacción en internet a la medida anunciada a principios de esta semana.
El requisito obligatorio habría supuesto una medida poco habitual en China, donde el Gobierno central insiste en la vacunación voluntaria y ha anulado rápidamente otros intentos de altos cargos de emitir directivas de vacunación obligatoria.
A última hora del jueves, un día después de que Pekín dijera que introduciría su requisito de vacunación para cualquier persona que no tuviera una exención médica, el periódico estatal Beijing Daily informó de que el Gobierno de la ciudad había descartado el plan.
Citando a un dirigente de la ciudad no identificado, el periódico dijo que los residentes de Pekín podrán entrar en lugares públicos siempre que tengan una prueba de COVID negativa en las 72 horas siguientes a un control de la temperatura corporal.
Aunque el Gobierno central chino no ha hecho obligatoria la vacunación, ha advertido que la menor tasa de vacunación entre los ancianos era un punto débil en la respuesta de China al COVID-19.
Además, el Gobierno sí exige que ciertos empleados se vacunen antes de poder ocupar determinados puestos de trabajo
Muchos Gobiernos locales han repartido incentivos de vacunación, como cupones de compra, a los grupos menos vacunados, y también han presionado a los responsables para que alcancen los objetivos de vacunación.