JERUSALÉN, 24 ago - Un nuevo acuerdo nuclear entre las potencias mundiales e Irán permitiría a otras naciones evitar las sanciones y daría a la república islámica 100.000 millones de dólares al año para desestabilizar Medio Oriente, dijo el miércoles el primer ministro israelí, Yair Lapid.
Estados Unidos pretende responder pronto a un proyecto de acuerdo propuesto por la Unión Europea que restablecería el pacto de 2015 con Irán, en virtud del cual Teherán frenó su controvertido programa de enriquecimiento de uranio a cambio de un alivio de las sanciones.
El pacto fue abandonado en 2018 por el entonces presidente de Estados Unidos Donald Trump. Joe Biden ha tratado de revivirlo, pero Irán ha exigido que las paralizantes sanciones financieras y comerciales reimpuestas por Washington se eliminen como parte de cualquier nuevo acuerdo.
"Sobre la mesa ahora mismo hay un mal acuerdo. Le daría a Irán 100.000 millones de dólares al año (...) que se utilizarán para socavar la estabilidad en Medio Oriente y propagar el terror en todo el mundo", dijo Lapid.
Irán niega haber fomentado el terrorismo.
"La eliminación de las sanciones en sectores como el bancario -contra las instituciones financieras designadas hoy en día por apoyar el terrorismo- significa que los iraníes no tendrán ningún problema para blanquear dinero (...) Irán ayudará a otras naciones que afrontan sanciones a evadirlas".
Lapid no dio detalles de en qué se basaba su cifra de 100.000 millones de dólares, ni nombró a las naciones que podrían eludir las sanciones.
Algunos críticos del proyecto de acuerdo señalan la posibilidad de que Rusia -parte del pacto de 2015 con Irán pero ahora sometida a severas sanciones occidentales por su invasión de Ucrania- intensifique las transacciones con la república islámica, incluyendo petróleo y armas.
Israel no es parte de las negociaciones nucleares en curso, pero la preocupación por su archienemigo y sus amenazas veladas de emprender una acción militar preventiva contra Irán si considera que la diplomacia es un callejón sin salida han mantenido atentas a las capitales occidentales.