El avión supersónico X-59 de la NASA realizó esta semana su primer vuelo sobre el desierto de California, un hito importante en el esfuerzo por relanzar el transporte aéreo de alta velocidad.
Construido por la NASA y Lockheed Martin, la esbelta aeronave está diseñada para volar más rápido que el sonido y producir solo un leve 'thump' en lugar de un estampido sónico.
El vuelo de prueba se centró en comprobar la integridad estructural y aterrizó sin incidentes en el Armstrong Flight Research Center de la NASA, lo que acerca a la realidad el sueño de un transporte de pasajeros supersónico y silencioso.
Si tiene éxito, la nueva tecnología podría reducir casi a la mitad los tiempos de vuelo entre ciudades como Nueva York y Los Ángeles, y reavivar el sueño que encarnó el Concorde de una nueva era de viajes comerciales a gran velocidad.