No hay palabras para describir el estallido de júbilo que se vivió el lunes en París cuando el autobús con la selección francesa de fútbol se adentró en los Campos Elídeos. La multitud, enfervorizada, lo dio todo por sus campeones. El entusiasmo ha sido contagioso; algunas estaciones del metro de París han cambiado de nombre en honor a los jugadores, y por supuesto, a su seleccionador. Ya hay, por ejemplo, quien prefiere hablar de los "Deschamps Elysées". La Presidencia de la República anunció que los jugadores de la selección serán condecorados por Macron dentro de unos meses con las insignias de caballero de la Legión de Honor.
No hay palabras para describir el estallido de júbilo que se vivió el lunes en París cuando el autobús con la selección francesa de fútbol se adentró en los Campos Elídeos. La multitud, enfervorizada, lo dio todo por sus campeones. El entusiasmo ha sido contagioso; algunas estaciones del metro de París han cambiado de nombre en honor a los jugadores, y por supuesto, a su seleccionador. Ya hay, por ejemplo, quien prefiere hablar de los "Deschamps Elysées". La Presidencia de la República anunció que los jugadores de la selección serán condecorados por Macron dentro de unos meses con las insignias de caballero de la Legión de Honor.
