Por Ritsuko Shimizu, Yoshifumi Takemoto, Aaron Sheldrick y Nidhi Verma
TOKIO/NUEVA DELHI, 22 nov -Funcionarios japoneses e indios están viendo la forma de liberar reservas de crudo en conjunto con Estados Unidos y otras grandes economías para moderar los precios del petróleo, dijeron a Reuters siete fuentes gubernamentales con conocimiento de los planes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pedido a China, India, Corea del Sur y Japón una liberación coordinada de reservas de petróleo (SPR, en inglés), después de que los precios de la gasolina en Estados Unidos se dispararon y cuando sus índices de aprobación caen en picada antes de las elecciones legislativas del próximo año.
La petición se produjo después de que el gobierno de Estados Unidos fue incapaz de persuadir a la OPEP+ para que bombee más petróleo, con los principales productores argumentando que el mundo no está escaso de crudo.
El primer ministro Fumio Kishida señaló su disposición durante el fin de semana y tres fuentes gubernamentales indias afirmaron el lunes que estaban manteniendo consultas con Estados Unidos sobre la liberación de petróleo de las reservas estratégicas.
Japón, el cuarto mayor comprador de petróleo del mundo tiene restricciones para actuar con sus reservas -compuestas por existencias privadas y públicas-, que normalmente sólo pueden utilizarse en tiempos de escasez.
Una de las fuentes dijo que el Gobierno estaba estudiando la posibilidad de liberar la parte de las reservas estatales que está fuera de la cantidad mínima requerida como una solución legal.
Las autoridades también están estudiando las existencias privadas que forman parte de la reserva nacional, que según algunos asesores pueden liberarse sin restricciones, dijo una segunda fuente.
Las reservas de las compañías petroleras se han utilizado durante la Guerra del Golfo de 1991 y tras los desastres del terremoto y el tsunami de 2011. La parte del Estado en el SPR nunca se ha usado.
Empresas privadas japonesas, incluidas las refinerías, poseen unos 175 millones de barriles de crudo y productos petrolíferos como parte de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés), más que el mínimo de unos 90 días de consumo que exige la ley, según las cifras de la agencia estatal Jogmec.