La recuperación de la economía europea y el impacto de la COVID-19 en los mercados

En colaboración con The European Commission
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Por Naomi LloydEuronews
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las previsiones económicas de la Unión Europea contemplan tres grandes amenazas para la recuperación: el enorme aumento de contagios por coronavirus en Europa, el incremento de los costes energéticos y los retrasos en la cadena de suministro.

Tras una profunda recesión, la economía europea crecerá en 2022 y en los próximos años. Pero antes de empezar a celebrarlo, las previsiones económicas de la Unión Europea contemplan tres grandes amenazas para la recuperación: el enorme aumento de contagios por coronavirus en Europa, el incremento de los costes energéticos y los retrasos en la cadena de suministro. Los periodistas del equipo de Real Economy tratan este tema. En este episodio del programa, un reportero viaja a Italia, donde comprueba cómo los desabastecimientos y retrasos ponen en peligro la producción. Y preguntamos a la economista jefe de la OCDE si existen motivos de alegría de cara a la Navidad. Pero, antes, Naomi Lloyd propone al lector un curso intensivo sobre lo que le espera a la economía.

La economía europea va a crecer más rápido de lo previsto, pero el camino de la recuperación es incierto. Se espera que el PIB alcance el 5 % a finales de 2021, tanto en el conjunto de la Unión Europea como en la zona euro. Esto es superior a la previsión anterior del 4,8 %. En 2022, se prevé un crecimiento del 4,3 %. Y, para 2023, está previsto un crecimiento más moderado, del 2,5 % para la UE y del 2,4 % para la zona euro. Pero este crecimiento es desigual en toda la UE. Aunque todo depende de cómo evolucione la pandemia de COVID-19. El aumento de los contagios ha sacudido los mercados y las nuevas restricciones gubernamentales podrían afectar a la actividad económica, mientras las empresas corren el riesgo de verse afectadas por la escasez y los retrasos en la cadena de suministro.

Italia tiene una previsión de crecimiento del 6,2 %, pero los problemas en la cadena de suministro podrían poner en riesgo su recuperación. Nuestro reportero Cyril Fourneris viajó al país para visitar empresas manufactureras en el corazón industrial transalpino, en el norte de Italia, anuncia Naomi Lloyd.

"Tratando de buscar ‘aire fresco’, una de las principales tendencias después del confinamiento es el uso de la bicicleta. Otra tendencia es relocalizar la producción en Europa. Este es el plan de una empresa de Lombardía, que se enfrenta a problemas en la cadena de suministro", explica Fourneris.

Atala es uno de los mayores fabricantes de bicicletas de Italia. En esta fábrica produce bicis eléctricas de alta gama. La empresa ha experimentado un aumento de la demanda del 60 % desde la aparición de la COVID-19, y lucha por satisfacerla, pese a que los plazos de entrega de los componentes se han dilatado.

"De media, aumentamos la producción un 36 % en 2020. Y, en 2021, deberíamos estar en torno al 10 % o 15 % de crecimiento. Podría haber sido mayor en 2021, pero la falta de componentes reduce el potencial de expansión", declara Massimo Panzeri, director general de Atala.

Invertir en transporte ecológico es una prioridad del Plan de Recuperación Europeo. Atala espera beneficiarse, trasladando parte de sus actividades desde Turquía. Pero esto no resolverá todos los problemas en su cadena de suministro.

"Si ‘repatriamos’ el proceso de soldadura o el de pintura, pero nos faltan barras de aluminio o fibra de carbono, los materiales para las células de las baterías o el acero que no se produce en Europa... solamente estamos trasladando el problema. Así que, en mi opinión, tenemos que pensar a nivel político y europeo. El cambio no puede limitarse a una parte de la cadena, sino que tiene que empezar desde el punto de partida: la materia prima", añade Massimo Panzeri.

La escasez hace temer una aceleración de la inflación en Italia. El país es el que más invierte de la UE: un total de 235 000 millones de euros en 5 años, incluidos 191 500 millones del Fondo de Recuperación de la UE. Italia recibió un primer paquete de 25 000 millones en agosto.

En Turín, Cyril Fourneris se encuentra con una industria diferente, pero con el mismo deseo de invertir en el futuro. Argotec produce microsatélites espaciales. Uno de ellos, el LiciaCube, se utiliza actualmente en la desviación de un asteroide, por parte de la NASA. Para hacer frente a la creciente demanda de la ‘economía espacial’, la empresa tiene previsto duplicar su plantilla, pero considera que hay que hacer más para retener a los jóvenes talentos.

"La economía, en particular la italiana, como podemos ver en las estadísticas, los análisis y las proyecciones, está experimentando una especie de ‘renacimiento’. Lo importante, en este caso, es pensar en el futuro. Y, pensar en el futuro, significa invertir. Lo que pretendemos, junto al Gobierno, es tener la capacidad de traer de vuelta a los jóvenes que, por determinadas razones, dejan el país para investigar y desarrollar su carrera en el extranjero", afirma David Avino, director general de Argotec.

Crear un entorno empresarial más atractivo es una de las prioridades del Plan de Recuperación Europeo, junto con la movilidad verde, así como las energías renovables y lo digital.

Con la rápida reapertura de la economía, el retraso en la cadena de suministro y el aumento de los precios de la energía han hecho subir la inflación. En la zona euro, a finales de 2020 esta se situaba en el 0,3 %. En el tercer trimestre de 2021 aumentó al 2,8 %. Y se prevé que alcance un máximo del 2,4 % en 2022, y del 2,6 % en toda la Unión Europea.

Naomi Lloyd trata este tema con la economista jefe de la OCDE para obtener una visión global de las perspectivas económicas de Europa.

Se ha registrado un enorme aumento de casos de coronavirus. ¿Qué significa esto para la recuperación de Europa?, pregunta Lloyd.

"La recuperación europea está en marcha. Pero, obviamente, añade incertidumbre a estas perspectivas", responde Laurence Boone.

¿Cómo se compara esto con el panorama que observan ustedes en la OCDE, a nivel mundial?, interroga la periodista de Euronews.

"Las economías europeas van bastante bien, en comparación con todos los países. Ha sido muy interesante observar cómo las distintas naciones han protegido a su población en Europa. Lo que han hecho los Gobiernos es pagar a las empresas para que mantengan a los empleados en sus puestos de trabajo. Así, cuando se reabre la economía, inmediatamente se vuelve a trabajar. En Estados Unidos es muy diferente. El Gobierno ha estado enviando cheques a los hogares, de modo que la gente tiene ingresos, pero ya no tiene trabajo. Ahora observamos que el empleo está casi recuperado en Europa, y todavía va a la zaga en Estados Unidos", señala la economista jefe de la OCDE.

¿Le preocupa la nueva variante y sus implicaciones para la economía?, quiere saber la reportera.

"Creo que se puede ver de dos maneras. O bien, esto retrasaría ligeramente la recuperación y aumentaría la tensión en la cadena de suministro, o se trata de una variante más complicada y eso podría, realmente, crear un retroceso en la recuperación y, sorprendentemente, una caída de los precios si eso ocurriera", indica, Laurence Boone.

¿En qué medida le preocupa el actual repunte de la inflación?, pregunta Lloyd.

"Si resolvemos la situación sanitaria de aquí al verano y la situación se normaliza, entonces, estamos bastante seguros de que la tensión que experimenta la oferta empezará a desvanecerse y la inflación disminuirá gradualmente. Si no conseguimos controlar la situación sanitaria y la tensión continúa hasta bien entrado 2022 y el año 23, entonces, nos preocupará más que esta presión inflacionista se prolongue", declara Boone.

¿Hay motivos para una Navidad alegre?, interroga la periodista.

"Por supuesto que tenemos motivos para unas Navidades alegres. En primer lugar, si lo piensa, hace un año nos dijeron que se había desarrollado una vacuna en unos nueve meses. Normalmente, se tardan 10 años en producir una vacuna. Esta crisis ha conseguido proteger al máximo a las personas y a las empresas, y nunca ha habido tanta concienciación sobre el tema del clima. Así que, creo que vamos por el buen camino", concluye la economista jefe de la OCDE.

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