Por Daniel Leussink y Leika Kihara
TOKIO, 12 ene - Los fabricantes japoneses se mostraron menos positivos sobre las condiciones de sus negocios en enero, según una encuesta realizada el miércoles, pese a que el gobernador del banco central, Haruhiko Kuroda, subrayó que la economía se encuentra en vías de recuperación acompañada de un aumento de la inflación.
Junto con el posible impacto de un aumento de los casos de COVID-19 liderado por la variante ómicron, las empresas se han quejado del aumento de los costes de la energía y de las materias primas que estaban reduciendo los beneficios, según mostró la encuesta Reuters Tankan.
La encuesta pone de manifiesto el dilema al que se enfrenta Japón como país que depende en gran medida de las importaciones de combustible y alimentos, lo que hace que su economía sea vulnerable al tipo de inflación impulsada por los costes que se está produciendo.
Aunque el aumento de la inflación es un avance positivo para el esfuerzo del Banco de Japón por alcanzar su objetivo de precios del 2%, existe el riesgo de que el aumento del coste de la vida frene el consumo y desanime a las empresas a subir los precios, haciendo que Japón vuelva a caer en la deflación.
"La economía japonesa se está recuperando como tendencia, aunque sigue en un estado grave debido al impacto de la pandemia de coronavirus", dijo Kuroda.
Algunas fuentes han dicho a Reuters que se espera que el Banco de Japón aumente ligeramente su previsión de inflación para el año fiscal que comienza en abril por el aumento de los costes de la energía, aunque la nueva proyección seguirá estando por debajo de su objetivo del 2%.