BERLÍN, 7 feb - La producción industrial alemana descendió en diciembre, según datos oficiales publicados el lunes, ya que los cuellos de botella en la cadena de suministro y la caída de la construcción lastraron a la mayor economía europea a finales del año pasado.
La Oficina Federal de Estadística dijo que la producción industrial del país cayó un 0,3% en el mes, tras un aumento revisado al alza del 0,3% en noviembre.
Un sondeo de Reuters había apuntado a una subida del 0,4% en diciembre.
La producción en 2021 fue un 3,0% más alta que en 2020 y un 5,5% más baja que en el año 2019 antes de la crisis, dijo la oficina.
La economía alemana se expandió un 2,8% el año pasado, frente al 7% de la vecina Francia, lo que expone la vulnerabilidad de Alemania a los cuellos de botella en la cadena de suministro que frenan el sector manufacturero, el cual constituye su columna vertebral orientada a la exportación.
A menudo se hace referencia a Alemania como el motor económico de la Unión Europea, pero las restricciones introducidas en otoño para combatir una cuarta oleada de COVID-19, así como las interrupciones de la cadena de suministro, se tradujeron en una contracción del 0,7% en el cuarto trimestre.
Ha habido algunas señales que apuntan a un comienzo más positivo en 2022.
Una encuesta realizada la semana pasada mostró que el sector manufacturero alemán creció en enero por primera vez en seis meses, ya que la reducción de los cuellos de botella permitió a los productores aumentar la producción para satisfacer la mayor demanda.
La moral de las empresas alemanas mejoró en enero por primera vez en siete meses, ya que la relajación de los cuellos de botella de la oferta alegró las perspectivas de los fabricantes, lo que promete una fuerte recuperación de la pandemia de coronavirus en primavera.
En otra señal positiva, el jefe de ventas del fabricante de automóviles de lujo Porsche AG espera otro año récord de ventas a pesar de la escasez mundial de chips semiconductores, según declaró a la revista del sector Automobilwoche.
El Gobierno alemán recortó el mes pasado su previsión de crecimiento económico para 2022 hasta el 3,6%. El ministro de Economía, Robert Habeck, dijo a finales del mes pasado que esperaba una desaceleración hasta el 2,3% en 2023.