Por Aref Mohammed, Rowena Edwards y Dmitry Zhdannikov
BASORA/LONDRES, 14 feb - Un acuerdo de 27.000 millones de dólares entre la petrolera francesa Total e Irak, con el que Bagdad esperaba contribuir a revertir la salida de grandes petroleras del país, se ha estancado ante las disputas sobre sus términos y corre el riesgo de ser desechado por el nuevo Gobierno del país.
Irak ha tenido dificultades para atraer nuevas inversiones de importancia hacia su sector energético desde que firmara una serie de acuerdos tras la invasión de Estados Unidos hace más de una década. El Gobierno iraquí ha recortado sus objetivos de producción de petróleo en repetidas ocasiones, ya que las empresas petroleras internacionales que firmaron esos acuerdos iniciales están saliendo del país debido a los escasos beneficios de los acuerdos de reparto de ingresos.
La francesa Total acordó el año pasado invertir en cuatro proyectos de petróleo, gas y energías renovables en la región del sur de Basora durante 25 años. El acuerdo, firmado por el Ministerio de Petróleo iraquí en septiembre de 2021, se produjo tras una visita del presidente francés Emmanuel Macron.
Sin embargo, el Ministerio de Petróleo no llegó a un acuerdo sobre los detalles financieros del acuerdo con todos los departamentos del Gobierno iraquí que debían aprobarlo, según dijeron a Reuters tres fuentes del ministerio y del sector petrolero iraquíes implicadas o familiarizadas con las negociaciones, y desde entonces ha estado envuelto en disputas.
Tras las últimas elecciones parlamentarias del país, el acuerdo necesita ahora la aprobación de un nuevo gabinete iraquí que incluya a los nuevos ministros de Petróleo y Finanzas, quienes no tomarán posesión hasta al menos finales de marzo.
El Ministerio de Petróleo iraquí dijo a Reuters que espera que el acuerdo con TotalEnergies se complete a partir de entonces.
TotalEnergies dijo estar avanzando hacia el cierre del acuerdo, pero añadió: "Los acuerdos siguen sujetos a condiciones que deben cumplir y levantar ambas partes".
Las condiciones, que no se han hecho públicas ni se han comunicado previamente, han suscitado la preocupación de los políticos iraquíes y, según fuentes cercanas al acuerdo, no tienen precedentes en Irak.
Un grupo de legisladores del grupo musulmán chií escribió al Ministerio de Petróleo iraquí en enero exigiendo detalles del acuerdo y preguntando por qué se había firmado sin concurrir competencia ni transparencia, según una copia del documento consultado por Reuters
El Parlamento iraquí podría obligar al Ministerio de Petróleo a revisar o desechar el acuerdo.
Según los términos del borrador, Total confía en obtener 10.000 millones de dólares de inversión inicial para financiar el proyecto más amplio a través de las ventas de petróleo del yacimiento de Ratawi, uno de los cuatro proyectos del acuerdo, según las fuentes.
El yacimiento de Ratawi ya bombea 85.000 barriles de petróleo al día y los ingresos van a parar a las arcas del Gobierno, en lugar de a Total.
Total obtendrá el 40% de los ingresos de las ventas de petróleo de Ratawi, según dijeron a Reuters fuentes petroleras iraquíes que participaron en las negociaciones.
Esta cifra es enorme en comparción con el habitual 10-15% que los inversores habrían recibido en proyectos anteriores a través de los contratos de servicios técnicos de Irak, que reembolsaban a las empresas extranjeras los costes de capital y producción y pagaban una tasa de remuneración fija en crudo.