PEKÍN, 5 jul - La actividad de los servicios en China puso fin a tres meses de declive en junio y creció al ritmo más rápido en casi un año, ya que la relajación de las restricciones de COVID reactivó la demanda, aunque las empresas siguieron siendo cautelosas en cuanto a la contratación, según mostró el martes una encuesta del sector privado.
El índice de gestores de compras de servicios Caixin subió a 54,5 en junio, lo que indica el mayor crecimiento desde julio del año pasado y la primera expansión desde febrero. En comparación con el 41,4 de mayo.
La marca de 50 puntos separa mensualmente el crecimiento de la contracción.
Los resultados optimistas coinciden con los de una encuesta oficial que mostraba que la industria de los servicios había experimentado el mayor repunte en 13 meses, con sectores muy afectados por las restricciones del COVID, como el comercio minorista y el transporte por carretera, recuperando una demanda previamente deprimida.
Aunque la actividad se ha acelerado desde que en junio se revocaron varios confinamientos del COVID, siguen existiendo vientos en contra en la segunda economía del mundo, como un mercado inmobiliario todavía débil, un gasto de consumo reducido y el temor a que se repitan las oleadas de infecciones.
Los casos han aumentado en los últimos días. Los contagios diarios en la China continental aumentaron a más de 300 durante el fin de semana, en comparación con unas pocas docenas a finales de junio.
La encuesta Caixin del martes mostró que el subíndice de nuevos negocios subió a 52,4 -el más alto de este año- desde el 44,8 del mes anterior, mientras que la caída de los pedidos de exportación también se suavizó. Las presiones sobre los precios también se redujeron, ya que los precios de los insumos se mantuvieron prácticamente sin cambios con respecto al mes anterior.
Sin embargo, el empleo siguió disminuyendo en junio por sexto mes consecutivo, y las empresas de servicios lo vincularon a las iniciativas de reducción de costes y a las dimisiones en el marco del COVID.
Los analistas esperan una nueva mejora de las condiciones en el tercer trimestre, aunque el objetivo oficial del PIB de alrededor del 5,5% para este año será difícil de alcanzar a menos que el Gobierno abandone la estrategia de cero COVID.