Por Amy-Jo Crowley
LONDRES, 18 ene – Los accionistas activistas aumentaron la presión sobre los consejos de administración de las empresas el año pasado al iniciar 235 campañas para provocar cambios en las empresas, incluido un número récord en Europa.
Los movimientos activistas representaron un aumento del 36% en comparación con el año anterior y el año más activo desde 2018, según un informe del banco de inversión Lazard.
Los activistas compran participaciones en empresas para presionar por un cambio que esperan que mejore el precio de las acciones. Suelen presionar para que se produzcan ventas de activos y cambios en la gestión, con un enfoque creciente en la mejora del historial medioambiental, social y de gobernanza (ASG) de las empresas.
Gran parte de la actividad se concentró en Estados Unidos, donde se lanzaron 135 nuevas campañas, un 41% más que el año anterior.
TotalEnergies, Unilever y Shell también se encontraban entre las 60 empresas europeas objetivo de los accionistas activistas, un 20% más que el año anterior y superando los registros anteriores en 2018, según mostró el informe de Lazard de 2022 que lleva por título ‘Review of Shareholder Activism’.