Por David Milliken
LONDRES, 24 ene - La actividad económica del sector privado de Reino Unido cayó a su ritmo más rápido en dos años en enero, según mostró una encuesta el martes, mientras las empresas achacan la desaceleración a los tipos de interés más altos del Banco de Inglaterra, las huelgas y la débil demanda de los consumidores.
La lectura compuesta del índice de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés) de S&P Global/CIPS cayó a 47,8 puntos en enero desde los 49,0 de diciembre, en el extremo inferior de las previsiones de los economistas en un sondeo de Reuters y la lectura más baja desde enero de 2021. Las lecturas por debajo de 50 indican una caída de la producción.
"Las cifras más débiles de lo esperado del PMI en enero subrayan el riesgo de que el Reino Unido entre en recesión", dijo el economista jefe de negocios de S&P Global, Chris Williamson.
"Los conflictos laborales, la falta de personal, las pérdidas de exportaciones, el aumento del coste de la vida y la subida de los tipos de interés han hecho que el ritmo de deterioro económico se acelere de nuevo a principios de año", añadió.
La economía británica creció más de lo previsto en noviembre, según los datos oficiales, lo que hace improbable que los estadísticos registren dos trimestres consecutivos de caída de la producción —la definición de recesión ampliamente utilizada en Europa— para el segundo semestre de 2022.
Sin embargo, la mayoría de los economistas prevén que la producción caiga este año, una perspectiva que pesará sobre los dirigentes monetarios del Banco de Inglaterra esta semana, cuando estudien hasta qué punto subir los tipos de interés en su reunión del 2 de febrero.
Los mercados financieros esperan que el banco central suba los tipos británicos al 4% desde el 3,5% la semana que viene para hacer frente a una inflación de dos dígitos, y prevén que los tipos alcancen un máximo en torno al 4,5% a finales de este año.
Por otra parte, el Reino Unido está inmerso en una oleada de huelgas de ferroviarios, enfermeros, conductores de ambulancias y profesores, que reclaman aumentos salariales acordes con la inflación.
Los datos del PMI del martes mostraron que los precios cobrados por las empresas subieron al ritmo más lento desde agosto de 2021, aunque el aumento siguió siendo pronunciado en comparación con los niveles históricos.
Los costes subieron al ritmo más lento desde abril de 2021, al caer los precios de la energía, aunque los aumentos salariales siguieron siendo significativos, mientras que el optimismo sobre el año que viene alcanzó un máximo de ocho meses.
Las empresas recortaron un pequeño número de puestos de trabajo, en contraste con la rápida contratación registrada durante gran parte de 2021 y 2022.