El secreto de los vinos del Camino de Santiago

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Por Cristina Giner
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Iniciamos nuestro recorrido por una ruta milenaria y mágica: el Camino de Santiago. Una ruta que durante siglos se ha emprendido en busca de tranquilidad, naturaleza, espiritualidad, historia. También esconde una fascinante ruta enológica.

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Iniciamos nuestro recorrido por una ruta milenaria y mágica: el Camino de Santiago. Un camino que durante siglos se ha emprendido en busca de tranquilidad, naturaleza, espiritualidad, historia... También esconde una fascinante ruta enológica.

Viajamos por El Bierzo, en Castilla y León, antes de dirigirnos a la Ribera Sacra y las Rías Baixas para descubrir tres de las ocho denominaciones de origen asentadas en torno los 800 kilómetros de la ruta jacobea.

Durante la Edad Media los monasterios mantuvieron viva la tradición vitivinícola, introducida por los romanos. Algunas variedades y procesos de vinificación llegaron de la mano de monjes y peregrinos.

En El Bierzo visitamos a Raúl Pérez, uno de los más reconocidos enólogos del mundo. Tiene un estrecho vínculo con el Camino. Su primer proyecto personal es un vino que toma su nombre del saludo de los peregrinos, Ultreia:__"No tenía nada cuando empiezo mi proyecto y cada día era un día nuevo, una superación. Me acordaba muchas veces de la gente que iba caminando, que iba muy justa. Esa visión del Camino, de la gente a mi me ayudó mucho, la palabra representa ese afán, esa voz de ánimo que necesitas muchas veces para continuar. Me apasiona ser original, el poder tener mi propia interpretación del vino me apasiona mucho, muchísimo, porque refleja toda tu energía”.

Su prioridad es influir lo mínimo en la uva para luego transformarlas en vinos magníficos pero sobre todo innovadores.

Una energía que le ha llevado a lo más alto.

Cuenta con doscientos vinos en la lista The Wine Advocate de Robert Parker.

A cuatro días de camino desde el Bierzo, llegamos a las impresionantes laderas de la Ribera Sacra. Vamos a descubrir una de las vendimias más arriesgadas del mundo.

Nos encontramos con una vendimia heróica. Cada parcela aporta una cualidad diferente al vino. No es solo cuestión de técnica, sino de de entender el terruño. La viticultura aquí requiere un arrojo inquebrantable y un gran sentido de la tradición.

Así es Pedro Manuel Rodríguez, descendiente de viticultores y bodegueros

Pedro ha recuperado los métodos de antaño:“Aquí estamos haciendo el vino de una finca antigua de manera tradicional, con el racimo entero. Todos estábamos haciendo unos vinos diferentes a lo que se hacía antes en España, buscando vinos más frescos, vinos más amables, más fáciles de beber, siendo más respetuosos con la tierra y con las variedades que se producen”.

Sus vinos maceran con raspón, fermentan con levaduras silvestres pero lo más impresionante es el pisado en barriles abiertos. 

Guímaro significa rebelde en gallego. Es un apodo familiar pero también podría ser el de una generación de bodegueros españoles que se lanzó a hacer de otra forma y conquistó el mundo:

La mayoría de tintos aquí, como en El Bierzo, se elaboran con Mencía. Otras variedades locales como la Merenzao o Sousón se han ido recuperando para hacer vinos frescos y expresivos.

En Rías Baixas las viñas de Albariño dominan el paisaje. Aquí las vides están emparradas en altura … ¡Muy diferentes al resto!

Vicky Mareque nos muestra los racimos listos para vendimiar: “Este podría ser el racimo perfecto, es pequeño, doradito, muy compacto, mucha pepita, cáscara gruesa, en el punto de maduración perfecto”

Esta bodega está en un pazo del siglo XVI que compraron los padres de Vicky en los setenta. Su madre fundó la bodega y promovió la denominación Rías Baixas hace 30 años.

El albariño es el tesoro de esta tierra. Mareque, al frente del Pazo Señorans asegura:“La variedad es una joya la puedes encontrar en equilibrio entre el grado y la acidez que te permite hacer un montón de tipos de vino diferentes 100% con una sola variedad, eso es difícil de encontrar en otras variedades. “Cuanto más mejoremos se acabará convirtiendo en una de las mejores variedades blancas del mundo”.

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¿Quién dijo que los blancos deben ser jóvenes? Esta bodega ha demostrado al mundo que al Albariño también le sienta bien el paso del tiempo.

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