La Comisión Europea destinará dos millones de euros a perseguir a las empresas que venden alimentos de distinta calidad en función del país donde comercializan el producto
PUBLICIDADMisma etiqueta, distinta calidad. Un principio inaceptable para la Comisión Europea que destinará dos millones de euros a perseguir a las empresas que venden alimentos de distinta calidad en función del país donde comercializan el producto.
En rueda de prensa, la Comisaria europea de Consumo, Vera Jourova, ha explicado que el objetivo es que las empresas aumenten la calidad de los productos allí donde es más baja. “No se trata de lanzar una acusación, no voy a mencionar marcas concretas. Pero en cuanto tenga las pruebas, no dudaré en aconsejar a los consumidores que no compren el producto en cuestión”, ha declarado. Y ha presentado una serie de directrices destinadas a garantizar la aplicación correcta de la normativa europea sobre alimentos y protección del consumidor.
Varios países del este de Europa habían pedido a Bruselas que actuará ante los dobles estándares de calidad que según ellos aplican algunas empresas. Un estudio realizado en Eslovenia demostraría además que no se trata de una cuestión de adaptarse a un nivel adquisitivo más bajo. Según explica Breda Kutin, de la Asociación eslovena de Consumidores, “un precio inferior no justifica una calidad inferior. En declaraciones a Euronews ha dicho: “hemos encontrado incluso un mismo yogur de frutas que es un 30% más caro en Eslovenia que en Austria”.
La industria se justifica diciendo que las diferencias responden al uso de materias primas locales que aportar un sabor más acorde a los gustos del país.