Bruselas considera que la independencia de la justicía está en peligro, pero el gobierno rumano se defiende diciendo que esperan ayuda en vez de críticas
PUBLICIDADLas instituciones europeas se han hecho eco de las protestas de este fin de semana en Rumanía.
La Comisión considera que la independencia de la justicia corre peligro y afirma que no se están llevando a cabo las reformas solicitadas.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, se ha defendido diciendo que "los hermanos occidentales fueron muy afortunados al quedar en el buen lado del telón de acero". En su opinión, "sería mejor si en vez de críticas, recibieramos apoyos en nuestros esfuerzos por luchar contra la corrupción".
El Parlamento Europeo está preocupado y sigue la situación de cerca. La eurodiputada socialista, Ana Gomes, visitó Rumanía en noviembre y allí se entrevistó con representantes de la sociedad civil. "Todos se quejaban del bloqueo político y no es de extrañar que la opinión pública haya salido a la calle para pedir que el problema de la corrupción sea objeto de especial atención por parte de las autoridades europeas".
Rumanía se suma así Polonia, Hungría y Malta, países que la Unión Europea ha puesto bajo la lupa por sus actuaciones contrarias al estado de derecho.
Según el eurodiputado Siegfried Mureșan, de la oposición conservadora rumana, "todas las luces de alerta están encendidas en las instituciones europeas". Y explica que "si cien mil personas han salido a protestar, eso significa que el gobierno está actuando contra la voluntad de su propio pueblo".
El caso rumano se debatirá en la próxima sesión plenaria de la Eurocámara.