Por algo tiene el título de mejor jugador de la NBA. Se agotan los elogios para hablar de James Harden y más, aún, tras su enésima exhibición en la competición. Una sobresaliente actuación que permitió a los Rockets imponerse a domicilio e in extremis a los Warriors
PUBLICIDADPor algo tiene el título de mejor jugador de la NBA. Se agotan los elogios para hablar de James Harden y más, aún, tras su enésima exhibición en la competición. Una sobresaliente actuación que permitió a los Rockets imponerse a domicilio e in extremis a los Warriors. Los de Houston llegaron a acumular 20 puntos de retraso en el marcador en la cancha del equipo de Golden State; vigente campeón. Harden, conocido como 'La Barba', firmó un triple-doble para el recuerdo. Sumó 44 puntos, capturó 10 rebotes y repartió 15 asistencias. Pero reservó lo mejor para el final. Su triple, a la postre decisivo, a falta de un segundo para el término de la prórroga resultó antológico.
El escolta estadounidense es de esos jugadores mágicos, capaces de decidir un encuentro con una única acción que desafía a las leyes de la física, la jerarquía, el orden, el tiempo... simplemente, es capaz de convertir en algo fácil, lo que para el resto parece imposible. Triunfo para los Rockets, por un punto de diferencia.