En la Explanada Nacional del Capitolio se han instalado miles de banderas estadounidenses y estatales para rendir homenaje a las víctimas del COVID-19, espacio reservado tradicionalmente para los espectadores de la investidura del nuevo presidente. Para esta ocasión, la ceremonia de Joe Biden estará cerrada al público debido a la pandemia y por temas de seguridad.
Biden tomará además las riendas del país más golpeado por la pandemia del mundo en términos absolutos, que roza los 400.000 muertos por covid-19, y donde millones de estadounidenses necesitan ayuda urgente para pagar sus facturas o mantener a flote sus negocios.